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Por: Noemí Ouviña Fuertes – Miembro de la Sección de Derecho Internacional del Ilustre Colegio de Abogados de Málaga

Pese a que tras varios meses de negociaciones, finalmente se ha alcanzado un acuerdo entre la UE y RU sobre Irlanda del Norte, Boris Johnson no ha podido evitar utilizar su mordaz opinión anti europeísta a la que nos tiene acostumbrados, y denominar el acuerdo como “una pérdida de la soberanía” de su anhelado imperio británico, y aprovechó la tribuna para criticar a Bruselas y a su sucesor Rishi Sunak; «estamos ante una Unión Europea amablemente inflexible que nos permite hacer lo que queremos hacer en nuestro propio país, pero bajo nuestras leyes sino bajo las de ellos.» y todo ello pese a que él mismo no fue capaz de cerrar un acuerdo sobre Irlanda del Norte, y no solo porque se saltó a la torera todo lo acordado con la UE, sino porque tampoco tuvo en cuenta al sector católico de Irlanda del Norte, que actualmente tiene mayoría en el gobierno, a través de su partido El Sinn Féin, por lo que su reacción parece más una pataleta que una oposición fundada.

Lo cierto es que, aunque la modificación del Protocolo haga más prácticos y ligeros los controles fronterizos, eso no significa que aquellos vayan a desaparecer, así la barrera en el mar de Irlanda seguirá ahí, lo que parece una derrota para los unionistas, como también les resulta una afrenta constitucional el papel del Tribunal Europeo de Justicia.

Tras más de un año de negociaciones, Londres, Dublín, y Belfast han logrado alcanzar una resolución histórica. Bautizado como ‘El Marco de Windsor’, el acuerdo sustituye al antiguo Protocolo, y suaviza la frontera comercial entre Irlanda del Norte, y la Irlanda europea.

Claves del acuerdo:

A través de denominado “carril verde”, los bienes que vayan a permanecer dentro Reino Unido podrán ser transportados normalmente, sin trámites burocráticos ni inspecciones innecesarias. Los únicos controles que se impondrán están diseñados para evitar el crimen y el contrabando.

Sin embargo, los productos destinados a la Unión Europea viajarán a través de un ‘carril rojo’, provisto de toda la burocracia y controles habituales.

En un futuro, el carril verde se ampliará para incluir a minoristas de alimentos como supermercados y negocios de hostelería. Esto

reducirá las aduanas y el papeleo, y garantizará una mayor variedad de productos en las estanterías de los supermercados. Solo hará falta marcarlos con la inscripción «no para la UE».

El Reino Unido autorizará todos los medicamentos para todos los ciudadanos del país, incluyendo los más novedosos. De esta manera, antepone su autoridad sobre la de la Agencia Europea de Medicamentos. Por otra parte, la industria del cuidado de la salud de Irlanda del Norte tendrá acceso total a los mercados del Reino Unido y la UE, apoyando así a la creación del empleo, y a la inversión. También podrán circular con libertad las mascotas y ciertos tipos de semilla anteriormente prohibidos.

La faceta más controvertida del nuevo acuerdo para la UE, es el denominado ‘El freno de Stormont’, mecanismo de emergencia que permitirá que Belfast vete las próximas leyes de la Unión Europea. De esta manera, Irlanda del Norte mantiene hasta cierto punto su soberanía.

Para utilizar esta herramienta, el ejecutivo de Irlanda del Norte tendrá que someter a voto las cuestiones que quiera vetar, y necesitará el apoyo de 30 miembros de al menos dos partidos diferentes para conseguirlo. Este requisito obliga al parlamento norirlandés.

Principales elementos del Protocolo.

  • Armonización con las normas de la UE: tras el fin del período transitorio, Irlanda del Norte quedará sujeta a una serie limitada de normas de la UE relacionadas con el mercado único de mercancías y la unión aduanera. Por ejemplo, el código aduanero de la Unión se aplicará a todas las mercancías que entren o salgan de Irlanda del Norte.
  • En los puntos de entrada, se llevarán a cabo las inspecciones y controles necesarios de las mercancías que entren en Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido o desde cualquier otro tercer país. Esto también significa que el Reino Unido, al actuar con respecto a Irlanda del Norte para la aplicación del Protocolo, debe garantizar, entre otras cosas, que se lleven a cabo los controles sanitarios y fitosanitarios pertinentes.
  • Se aplicarán derechos de aduana a las mercancías que entren en Irlanda del Norte desde cualquier otra parte del Reino Unido o desde cualquier otro tercer país, a menos que no exista el riesgo de que esas mercancías sigan circulando hasta la UE. El Protocolo recoge la presunción de que todas las mercancías que entren en Irlanda del Norte procedentes de un tercer país (es decir desde cualquier otra parte del Reino Unido o desde otros terceros países) presentan el riesgo de seguir circulando hasta la Unión. Solo puede considerarse excepcionalmente que tales mercancías «no presentan riesgo» alguno de seguir circulando hasta la Unión, si las mercancías afectadas i) no están sujetas a un tratamiento comercial en Irlanda del Norte y ii) cumplen las condiciones adicionales para considerar que «no presentan riesgo» establecidas en la Decisión del Comité Mixto sobre las «mercancías que no presentan riesgo». Cuando se establezca, sobre la base de estas condiciones, que puede considerarse que las mercancías procedentes de cualquier otra parte del Reino Unido que no sea Irlanda del Norte «no presentan riesgo», no serán aplicables los derechos de aduana; y cuando se establezca, sobre la base de estas condiciones, que puede considerarse que las mercancías de cualquier otro tercer país «no presentan riesgo», serán aplicables los derechos de aduana del Reino Unido.
  • La aplicación y ejecución del Protocolo es responsabilidad exclusiva de las autoridades del Reino Unido con respecto de Irlanda del Norte (artículo 12, apartado 1).
  • Con el fin de cumplir sus responsabilidades con arreglo al artículo 12 del Protocolo, las instituciones y órganos de la UE podrán supervisar la aplicación del Protocolo por parte de las autoridades del Reino Unido. El artículo 12, apartado 2, contempla, por tanto, la «presencia de la Unión» durante las actividades de ejecución de las autoridades del Reino Unido.
  • La Decisión 6/2020 del Comité Mixto establece las modalidades prácticas de trabajo destinadas a garantizar el ejercicio efectivo de la «presencia de la Unión» establecida en el artículo 12 del Protocolo.

¿Qué es el mecanismo de consentimiento?

El Protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte contempla un nuevo mecanismo de «consentimiento» que da a la Asamblea de Irlanda del Norte la última palabra sobre la aplicación a largo plazo del Derecho pertinente de la UE que el Protocolo hace aplicable con respecto a

Irlanda del Norte. Este mecanismo de consentimiento se refiere a la aplicación del Derecho de la UE en materia de mercancías y aduanas, del mercado único de la electricidad, del IVA y de las ayudas estatales, tal como prevé en la actualidad el Protocolo.

En la práctica, esto significa que, cuatro años después del inicio de la aplicación del Protocolo, el 1 de enero de 2021, la Asamblea podrá dar su consentimiento por mayoría simple a que se siga aplicando el Derecho de la Unión pertinente o votar para interrumpir su aplicación. En ese caso, el Protocolo dejaría de aplicarse dos años después.

A continuación, la Asamblea podrá votar cada cuatro años para decidir si se sigue aplicando el Derecho pertinente de la Unión. Si tras la votación de la Asamblea se obtiene el apoyo intercomunitario para seguir aplicando la legislación pertinente de la Unión, la votación siguiente solo podrá tener lugar ocho años después.

https://www.eldebate.com/internacional/20230228/estas-son-claves- turbulento-protocolo-irlanda_96839.html

https://commission.europa.eu/strategy-and-policy/relations-non-eu-countries/relations-united-kingdom/eu-uk-withdrawal-agreement/protocol-ireland-and-northern-ireland_es